Luego de cinco días de competencia (entre el 13 y 17 de noviembre), en los que se recorrieron más de 1.400 kilómetros bajo el implacable sol del Norte Grande de Chile, el equipo formado por alumnos y académicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello, en conjunto con el Instituto San Mateo de Pudahuel, lograron el Primer Lugar en la categoría Clásicos de la Carrera Solar Atacama. El reto: lograr mover un vehículo con energía totalmente renovable.
El auto solar desarrollado por la Universidad Andrés Bello fue bautizado como Sköll, en referencia a un lobo de la mitología nórdica. Se trata de un prototipo de tres ruedas y una superficie fotovoltaica de seis metros cuadrados, impulsado únicamente por energía solar.
Ademas, Sköll cuenta con un motor eléctrico de 4,5 KW, controladores de última generación y puede alcanzar una velocidad crucero de 70 km/hora. Si bien se construyó pensando en un auto de carreras, por lo que sólo posee espacio para un ocupante, su potencia y fuerza le permitiría llevar cuatro pasajeros sin mermar la velocidad.
«Fueron 1400 kilómetros cruzando de extremo a extremo el Desierto de Atacama y sin usar ningún tipo de energía que no sea la solar, directamente por paneles. El auto pesa aproximadamente 320 kilos y tiene un motor eléctrico de seis caballos de fuerza», señaló Víctor Triviño, encargado del área eléctrica, y estudiante de cuarto año de la carrera Automatización y Robótica de la Universidad Andrés Bello.
Con este vehículo, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello participó por primera vez en la Carrera Solar Atacama, compitiendo en la categoría Clásicos, reservada para aquellos prototipos de tres ruedas y que sólo requieren de energía solar para desplazarse.
«No queremos que esto se acabe»
Según explicó el Dr. Luis Amigo, director de la carrera de Ingeniería en Automatización y Robótica de la Facultad de Ingeniería de la UNAB, “Sköll fue construido en tiempo récord, ya que sólo nos tomó seis meses tener este vehículo funcionando. Eso habla muy bien del compromiso de nuestros académicos y alumnos con este proyecto y de la gran capacidad profesional forjada en las aulas de nuestra universidad”.
Por su parte, el ingeniero Roberto Larenas, académico de la Facultad y capitán del equipo que viajó y participó en la competencia, destacó que haber sido parte de la Carrera Solar Atacama “fue una experiencia enriquecedora para todos los que fuimos parte de Sköll. Logramos un equipo unido y en el que se trabaja por el bien de todos. Debimos aprender a convivir juntos y a tener poco tiempo para descansar, porque cada momento libre, debía ser utilizado para desarrollar estrategias que nos permitieran el mejor desempeño posible y para reparar posibles daños ocurridos en los trayectos”.
Víctor Triviño nos contó de cómo se forjó esta idea. «Todo partió un día cualquiera en el laboratorio conversando. De repente llega el Secretario Académico contando que le llegó un nuevo proyecto, la construcción de un auto solar. Optamos con aceptar el desafío. Nunca nos imaginamos adónde llegaríamos a parar, que estaríamos corriendo el Desierto de Atacama con los mejores», cuenta el estudiante emocionado.
No solo consiguieron el Primer Lugar en la categoría Clásico, sino que además los representantes de la Universidad Andrés Bello quedaron invitados para la próxima carrera de Atacama en 2016. «Y lo mejor de todo, que nos emocionó bastante, es que el encargado de la Mundial Solar en Australia nos dejó como encargados de honor. Tenemos las expectativas muy altas, queremos seguir avanzando, no queremos que esto se acabe», señaló Triviño.
Por su parte, el capitán del equipo aseguró que, una vez de vuelta en Santiago, seguirán trabajando en perfeccionar a Sköll y hacerlo un prototipo mucho más competitivo. “Nuestra idea es volver en dos años más a la competencia, pero esta vez en la categoría Evolución, donde participan los autos de mayor complejidad”.
Revisa las fotos!
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En el lugar de competencia
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