Los primos Grimalt llevan años representando a Chile como voleibolistas profesionales en las arenas de distintas partes del mundo. Entusiastas, divertidos y determinados, Esteban (31) y Marco (33) Grimalt, estudiantes de la U. Andrés Bello, reconocen que son determinados y ordenados, características que les han permitido destacarse en uno de los deportes playa más vistos internacionalmente y que hoy los tienen como campeones del Beach Pro Tour, disputado en Gstaad, Suiza.
Ambos provenientes de una familia de deportistas y desde el 2011 hicieron este deporte su pasión y un modo de vida. Entrenados por su tío Rodrigo Grimalt, finalista de la Copa del Mundo 1997, lograron llegar por primera vez a un torneo de la FIVB en el Open Brasilia 2011. Desde entonces, no han parado, destacándose en los Juegos Panamericanos 2019 (medalla de oro), Juegos Suramericanos 2014 (plata), 2010 y 2018 (bronce). En los Juegos Bolivarianos 2012 y 2013, y se adjudicaron el oro y plata el 2017. En los torneos del Circuito Mundial de Voleibol Playa, tres veces sumaron oro y dos platas. En Continental Cup 2016 se colgaron medalla de oro y en torneos del Circuito Sudamericano de Voleibol Playa, 17 veces se adjudicaron el oro.
¿Cómo lo han logrado? Parte de la clave son sus características: estrategas, ordenados y considerar este deporte de alto rendimiento, como una carrera profesional, a la que le suman sus estudios de Ingeniería en Administración de Empresas en la UNAB.
¿Cómo se viene este 2022 en el ámbito deportivo? ¿cuáles son sus expectativas?
Esteban: Este es un año súper importante, se viene con muchos desafíos. Tenemos muchas expectativas de retomar el ritmo de la competencia después de ser un 2021, donde volvimos a competir después de un año prácticamente cero, que fue el 2020. Estuvimos en un torneo importante como los Juegos Olímpicos. También vivimos un proceso de recuperación más extenso de lo normal, pero lo hicimos con la intención de este año estar al 100% y trabajar todos estos desafíos que se vienen tanto en circuito mundial, en Juegos Sudamericanos y todos los torneos importantes a nivel internacional que se vienen este 2022.
Marco: Este es un año donde vamos a jugar alrededor de 10 torneos en este circuito, pensamos volver a insertarnos dentro del circuito, después de los Juegos Olímpicos del año pasado. A final de este año, comienza la clasificación para Londres, Paris, el Campeonato Mundial y los juegos ODESUR que van a ser en Paraguay, así que tenemos varios eventos y estamos como siempre tratando de encontrar nuestra mejor versión. Así que super motivados por eso.
¿Cómo fue entrenar durante la pandemia? ¿Hubo algún cambio en su ritmo de vida por el C19
Esteban: El 2020 fue un año donde nos replanteamos todos nuestros objetivos. De jugar torneos regularmente sobre 20 a 25 torneos al año, paramos en seco. Fue un período en el que tuvimos que replantear nuestros objetivos y adaptarnos un poco a la realidad que estábamos viviendo, la que iba más allá del deporte. Con Marco, armamos un gimnasio y le pusimos el foco a la parte física, que era lo que podíamos trabajar al 100% en ese período. No así el vóley técnico en la arena, en los fundamentos, pero sí nos propusimos llegar a nuestro mejor estado físico o estado atlético de nuestra carrera y yo creo que lo conseguimos. Es algo que nos hizo crecer y que sumó muchísimo, en todo lo que es la resiliencia, en darnos cuenta que nuestros objetivos seguían siendo los mismos a pesar de que cambió el camino y, finalmente, conseguimos lo que nos habíamos propuesto que era clasificar a los JJOO de Tokio por ranking mundial y participamos en nuestros segundos juegos olímpicos con un resultado histórico.
Marco: Ya estamos mucho más acostumbrados que al comienzo que cuando comenzó la pandemia, lo que nos ha dado más tranquilidad y más seguridad en la forma de entrenar y competir. A pesar de que seguimos realizándonos PCR constante para disputar los torneos, manteniendo los cuidados de higiene y distanciamiento, sobre todo, cuando viajamos en los aeropuertos. Al principio fue difícil ya que nos tuvimos que encerrar en cuarentena en Chile, entrenar de otra forma.
Los primos Grimalt recientemente se coronaron campeones del Beach Pro Tour, disputado en Gstaad, Suiza, el torneo más prestigioso del circuito.
¿Cómo es el día a día de ustedes en entrenamiento?
Esteban: Lo fundamental en nuestro entrenamiento es estar bien enfocado en lo que estamos haciendo. Cuando estamos en la cancha jugando vóley playa, tomarlo como si fuera un partido, con seriedad, con dedicación. Aprovechamos cada uno de los entrenamientos para llegar bien preparado a las competencias. Cuando estamos en el gimnasio también estamos enfocados en eso, tratando de rendir al 100%, de exigirnos lo más posible, y así ir empujando nuestros límites para ir mejorando día a día. Un día normal nuestro, tiene parte de entrenamiento físico y parte de entrenamiento técnico. También hay entrenamiento sicológico y momentos de descanso y alimentación. En el fondo, nuestra vida gira en torno a al trabajo que es entrenar, prepararnos y competir.
Marco: Como somos deportistas profesionales del vóley playa y toda nuestra vida gira en torno al entrenamiento y la competencia, tenemos una preparación alimentaria, obviamente, desde el desayuno hasta que nos acostamos. Estamos entrenando alrededor de cinco horas diarias, eso contempla la parte física y la parte técnica que hacemos en la arena.
¿Qué consejos les darían a las personas y, principalmente, a estudiantes para que se motiven a realizar alguna actividad física?
Esteban: Nosotros intentamos expresar lo bien que nos ha hecho el deporte en nuestras vidas, a pesar que en nuestro caso es nuestro trabajo, pero el deporte en general siempre te da muchas herramientas, desde el punto de vista valórico, tales como: el trabajo en equipo, respeto, sacrificio, resiliencia y también te prepara para situaciones quizás fuera del ámbito deportivo, pero que se vive en el deporte y uno las puede aplicar fuera de este, como el manejo de la presión, el saber salir fuera de los problemas, por eso es tan recomendable practicar deporte desde un nivel quizá amateur con los amigos pasándolo bien, despejándose y también otros que se quieran dedicar un poco más, siempre va a ser un camino que se va a aprender mucho, que se va a aprender mucho y te va a hacer una mejor persona.
Marco: Hoy, hay muchas posibilidades de hacer actividad física, no sólo deportiva. Se están abriendo muchos espacios para hacer actividades al aire libre, caminar, andar en bicicleta, o trotar en algunos recintos, hacer trekking en los cerros. Hay muchos espacios y también se están desarrollando nuevos deportes. Al final cada uno tiene que buscar lo que más le gusta.
¿Cómo han vivido siendo deportistas de alto rendimiento y además estudiando una carrera universitaria?
Esteban: La UNAB siempre ha sido un respaldo fundamental para nosotros, siempre hemos recibido el apoyo de la universidad, sea cual sea nuestra situación deportiva. Es una universidad pionera en políticas deportivas, en apoyo al deportista y nos sentimos muy orgulloso de pertenecer y de ser parte de la Andrés Bello.
Marco: Ha sido un proceso largo compatibilizar los deportes con el estudio, tenemos un agradecimiento y un cariño muy especial a la Universidad Andrés Bello, por todo lo que ha hecho por nosotros y por la implementación de la política deportiva, la cual apoya en todo ámbito al deportista. En este momento estamos en tercer año de ingeniería en administración de empresas y contentos de ser parte de la familia UNAB.
¿Alguna vez pensaron en dedicarse a otro deporte?
Esteban: En general, el deporte me apasiona mucho. Hay una tradición familiar que nos liga al vóley, pero, aun así, antes de practicar vóley, practiqué muchos deportes, partí con fútbol, luego pasé al básquetbol un deporte que todavía me apasiona mucho, que todavía lo sigo viendo, voy a partidos, soy muy fanático. Jugar tenis es algo que hago regularmente, me apasiona mucho y también jugué un par de torneos antes de dedicarme al vóley. Y ahora último conocí el padel.
Marco: Uno como deportista siempre practica más deporte, pero ninguno que me hace sentir lo que el vóley, que es mi pasión. Alguna vez jugué fútbol y básquetbol, de hecho, sigo practicando de forma recreativa. Pero, el vóley es el deporte que me apasiona y el que ha marcado la diferencia en todo mi desarrollo así que sin duda no me arrepiento de la decisión.